viernes, 4 de abril de 2014

Un revuelo en La Calzá

Se aproxima una fecha señalada en el calendario de muchos, los cuales preparan  sus armas y sus cuerpos para ese día y esa hora, las 4 de la tarde…

Un batallón de corazones que volverán hacer las delicias de muchos, el sueño de algunos y las ganas del reencuentro en otros.

Un batallón que está formando un revuelo con su idea llevando a los necesitados en una Chicota Solidaria alimentos para Sevilla.

Este batallón del que les hablo lleva un escudo protector el cual hace de guía, nuestro Señor de la Presentación.

También como buenos Pretorianos un lema "ALEGRIA", una antífona "PRESENTADO A SEVILLA" y un lugar de residencia "LA CALZÁ", ese viejo arrabal que acude a su cita anual, ese arrabal donde corrieron tantos niños por sus corralones de vecinos de los cuales tan solo nos queda su espíritu y sus revuelos para el día señalado.

Este batallón forma un revuelo en su salida cuando arrugadas manos se agarran a la tuya y te dan las gracias por acercarles lo que para ellos es su único aliento en esta vida. Ancianos de las Hermanitas que su sonrisa dulce se va apagando cuando contemplan la salida y vuelven a ver  al Hijo de Dios preso con sus ataduras, las mismas que ellos sufren por no verlo más asiduamente durante el año.

Ancianos que con tan solo su sonrisa ayudan a este batallón a sentir su fortuna.

Y se marcha del Barrio, sigue Calle Oriente abajo, lo espera Sevilla y esa vieja anciana en Muro de los Navarros.

Sigue su caminar para enmudecer a Sevilla en una vuelta, en la esquina de Santiago, esa que se silencia mientras yo paseo por los cielos con mi Abuela de la mano.

Sigue su caminar despacio para llegar ante los pies de la pureza, Santa Ángela, Madre danos fuerza en esta vida, protégenos para sobrevivir de este calvario y para que nadie en este mundo pase miseria ni hambre, tú que de eso tanto sabes Madre de los Pobres.

Te abre paso una escolta de cirios encendidos, cirios morados que tantas historias guardan, te acercan hasta la puerta de tu casa señor Pilatos tras dejar una bonita huella de tu paso por la Alfalfa.

Calle Águilas que tantas cosas calla en aquel convento celestial donde se escucha un cante angelical de las Hermanas Clarisas, donde reside la paz, donde se transforma el mundo, donde otro revuelo se forma y el batallón se vuelve a unir para ser fuerte y regalarle el reflejo de ese Dios moreno que tanto ellas le piden.

Y llegaremos al final de Águilas con una sonrisa por bandera, antes rezaremos  en esa estrecha ojiva donde nos protegen de los desamparos que se sufren en esta vida.

Y arriaremos el Paso en la Puerta Carmona porque allí estarás tú.

Ella diseñará noches perfectas para el reencuentro y no saldrán como la soñada, esa que lleva esperando su fábrica de ilusiones tres años, su imaginación vuela cada noche para tenerlo cerca, su ilusión le hace jugar junto a las estrellas y su sonrisa, esa sonrisa de nuestra Princesa de la Puerta Carmona, esa sonrisa de inocencia que tanto deseamos ver, esa sonrisa de Miriam abrazada a nuestro Capataz tiene que volver a relucir como Ella espera, en Puerta Carmona.

Ya se acerca ese revuelo que tanto tiempo esperamos, volveremos a levantarnos tras ese sueño durante la noche ¨que has llegado tarde, que se marcha el Señor y no te espera¨. Miraremos por la ventana, cumpliremos las rutinas y será corto el tiempo ya que cuando menos lo esperes lo tendremos en nuestras manos.

Antes de salir miraré el cuadro, miraré tu cara en la habitación que habla de ti, habla de nuestro amor secreto, cállate y no digas nada…

Juan Antonio Ortiz Izquierdo